Jugando Con Hechizos 3

 

¡¡¡Abracadabra pata de cabra que me teletransporte al INTERIOR DE LOS JUGUETES!!!!

¡¡¡Sí!!!!, así es, de manos nada más y nada menos que de el profesor, mago y amigo Vicente, hemos viajado a un mundo Mágico y desconocido para nosotras. ¡¡¡El mundo de los juguetes!!!

Aquí hemos podido conocer los mecanismos de su interior que hacen tan únicos y especiales estos juguetitos y, a la vez, nos inundan, no sólo a los niños, sino que también a los adultos, con sus poderes de diversión.

Hemos conocido peonzas mágicas y sus secretos, además de las distintas fuerzas que ejercemos sobre estos aparatitos para que puedan sorprendernos. Por eso es tan importante desayunar y obtener energía de nuestros deliciosos desayunos jiji.

 

 

Pudimos ver esqueletos de juguetes que se mueven, sus mecanismos, los cambios de presión que a
fectan a su funcionamiento, las fuerzas mecánicas, la gravedad... ¡Cuántas cositas nuevas hemos aprendido!

También estaban los muñecos cabezones que caían por la rampa y el cocinero que se mantiene aguantando la comida en sus brazos, así como el pescador que aguanta la caña sin caer… y todo por el EQUILIBRIO. 

Ha sido súuuuper divertido, pero, esto no es todo, ¿queréis saber más? ¡Pues vamos allá!

Tras salir del maravilloso mundo de los juguetes, ¡¡nos hemos adentramos como exploradoras en el mundo de la Magizoología!! Hemos entrado nada más y nada menos que en el BIODOMO, un lugar lleno de animales fantásticos.

Comenzamos con el mundo acuático lleno de corales, tiburones, erizos, gran variedad de peces... También medusas, y ojo, estas son mágicas, no pican.

 

  

Más tarde, visitamos la zona tropical.

Nuestras amigas las nutrias no quisieron salir a saludarnos y los perezosos tampoco, estaban durmiendo.

Pero los tucanes, lemures y varias especies de “monillos” nos recibieron con mucho cariño. Se mostraron cercanos con nosotras. 

  

Entre reptiles y anfibios pudimos ver un lagarto gigante. Sí, sí, sacado de una pócima secreta. Las ranas y sapos más pintorescos de colores azul, amarillas... (nuestros príncipes transformados en sapos)

Y…, ¿¿¿sabéis quién estaba allí???? ¡¡¡Bambi!!!, un cervatillo recién nacido precioso.

Entre todos los animalillos también vimos cucarachas y serpientes, ¡seguro que estaba alguna bruja por allí cocinando!

¡¡¡Qué bonito es el reino animal!!! Lo disfrutamos un montón, casi como niños. CASI porque ellos tienen unas visitas muy especiales en las que con el hechizo de las tarjetas de sabiduría se vuelven expertos. Sí, expertos. Cuando van grupos de niños, a cada uno se le da una tarjeta para que conozca cosas muy interesantes sobre un animal como su nombre, qué come, dónde vive, si está en peligro de extinción… Y así, cada vez que se encuentran con un animal es uno de los niños el que se lo puede presentar al resto.

Además, cuando eres un niño y vas en grupo, te puede tocar ser el prefecto y convertirte en el mochilero guardián de los materiales. Y os preguntaréis “¿Qué materiales vas a necesitar para ver animales si con los ojos basta?” Pues se necesitan gafas 3D pera ver como ven algunos animales en la noche o una lupa de muuuchos cristales para ver con los ojos de otras criaturas mágicas. 

 

Para terminar, hicimos dos actividades infantiles en nada más y nada menos que ¡EL DESVÁN!. Por un momento, con un conjuro, esta vez sí nos convertimos en niños. Nos contaron un cuento y de él salió un tucán que nos llevó a pistas con las que teníamos que resolver retos y aprender muchas cosas nuevas de los animales, ¡¡¡hasta vimos como desenterraban huevos de tortuga!!!

Además, jugamos a un “veo veo” muy especial y construimos nuestras propias semillas de papel.

 

Este hechizo fue todo un regalo.

¡Qué pena que terminara! Pero pronto comenzará uno nuevo.

Ahora que hemos conocido este espacio tan especial y lleno de magia llamado “Parque de las Ciencias”, vamos a crear un divertido hechizo para que todos los niños y mayores que quieran puedan divertirse conociendo este increíble espacio y sus secretos. ¿Os lo vais a perder?

 

Y recordad, es LeviOsa, no LeviosÁ…